Barcelona,
15 de septiembre de 2011
A
las y los mexicanos en el extranjero:
Somos
gente preocupada por México. Somos individuos dolidos por la
desolación imperante. Somos personas enardecidas en digna rabia por
la injusticia y que humildemente intentamos organizarnos para desde
aquí gritar: ¡Ya basta!
México
sangra. Sangra la
gente y sangra la sociedad. Sangra de bala y sangra de abandono. Ante
la condición de terror y persecución que se vive, condenamos a los
tres niveles de gobierno y a los tres poderes de la Federación por
la destrucción premeditada y alevosa del tejido social.
El
país vive bajo la imposición de la estrategia del terror como
política, arrodillada a los intereses de unos pocos, los de siempre,
para preservar el control irrestricto de la sociedad y la economía
mediante el despliegue de fuerzas policiacas y armadas, so pretexto
de una guerra global contra el narcotráfico y el terrorismo. Ello a
costa de sangre inocente derramada, miles de huérfanos, viudas y
desplazados, quienes son presentados como daño colateral. Hasta
ahora el saldo de esta estrategia ha sido privatizar los beneficios y
ganancias, y socializar la violencia, el despojo, la pobreza y la
muerte.
El
pretexto de la guerra incluye entonces la destrucción de cualquier
oposición, cuestionamiento
o crítica, es decir, el
desmantelamiento de la sociedad civil organizada. Es cada vez más
evidente que bajo el disfraz de combate al narcotráfico, la
criminalización de la protesta social y de la movilización
ciudadana se ha convertido en un constante acontecer en México.
Ante
ello, en el contexto de la celebración de Independencia, hacemos un
llamado a la comunidad mexicana en el extranjero, a que la distancia
no sea razón de olvido, ni de confusión. Debemos convertir el
orgullo de ser mexicanos en fuerza para exigir que la muerte deje de
ser la definición de lo cotidiano, fuerza para condenar el
sometimiento oligárquico ante el que se ha postrado el gobierno. El
orgullo de ser mexicanos no significa taparnos los ojos, no significa
ser solamente promotores turísticos, no significa dejar que sólo
allá se preocupen por los problemas e intenten resolverlos. Sí,
somos conscientes de la belleza de México y de su gente, y por lo
tanto los invitamos a honrarla luchando por su perpetuidad. La
pasividad, la inacción y la trivial creencia de que la situación
actual en México no es asunto nuestro, condena a la incongruencia el
sentir que nos hace reunirnos el día de hoy.
Desde
aquí, refrendamos nuestro apoyo y solidaridad con el Movimiento por
la Paz con Justicia y Dignidad y saludamos a la 'Caravana al Sur',
que va encontrando y escuchando las historias de resistencia,
exigencias de paz y justicia de los pueblos indígenas del sur de
México que, como mencionó Javier Sicilia y compartimos totalmente,
son la gran reserva moral de México.
Ante
la situación de persecución y dolor que se ha generado en el país,
gritemos juntos exigiendo el fin de la violencia. No es difícil
distinguir a los responsables. Nosotros deseamos la vida, ellos
desean la muerte.
POR
UN MÉXICO JUSTO, LIBRE Y DEMOCRÁTICO
¡ALTO
A LA GUERRA!
¡ALTO
AL HOSTIGAMIENTO DE DEFENSORES DE DDHH!
Atentamente
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